Al contenedor marrón o de orgánica como también es conocido, irán residuos que se pueden descomponer y/o producir olores, como, por ejemplo los restos de comida; carne, pescado, frutas, verduras, pan y cáscara de huevo, de maricos y de frutos secos, cajas de pizza y servilletas de papel manchadas por alimentos, entre otros. Los contenedores se instalarán en la vía pública una vez concluya esa campaña de concienciación sobre su correcta utilización y uso. A estos contenedores se les sumarán los que contempla el nuevo contrato de RSU que supondrá la renovación y sustitución de todos los existentes en la ciudad, al igual que las islas ecológicas y la llegada de nueva maquinaria y vehículos de limpieza. Benalmádena pone así las bases para ser una ciudad que apueste decididamente por el reciclaje con papel y cartón (contenedor azul), vidrio (contenedor verde), envases de plástico, metal y bricks (contenedor amarillo), resto (contenedor gris) y, ahora, fracción orgánica de los residuos (contenedor marrón).

La introducción y el uso del contenedor marrón en la ciudad ya fue una de las materias abordadas en las charlas de concienciación medioambiental que se realizaron en el último curso escolar promovidas por el área de RSU y que recorrió todos los colegios de la ciudad.

En otro orden de cosas, el concejal aprovechó la ocasión para anunciar que la llegada de los nuevos camiones de carga lateral el pasado fin de semana comienza a dar resultados, apuntando ya a un fin de semana pasado donde el servicio funcionó correctamente salvo incidencias puntuales registrando mejoras, agradeciendo a empresa y trabajadores el esfuerzo por su implementación.