Benalmádena celebra el Año Nuevo Chino 

Con productos típicos del país, un desfile ha abierto la actividad desde Pueblosol a la Plaza de la Mezquita, con danzas del dragón y del león, música y coreografías.

El alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara, acompañado de la edil de Turismo y Residentes Extranjeros, Presi Aguilera, fue el encargadode presidir los actos de celebración del Año Nuevo Chino en Benalmádena, que este año se ha estrenado en el corazón de Arroyo de la Miel con un espectáculo de danza del dragón y danza del león, altavoces portátiles, música y coreografías. 

El desfile partió desde la entrada a la Estación de Cercanías de Arroyo de la Miel en Pueblosol y marchóhacia la Plaza de la Mezquita, con un equipo motorizado de la Policía Local abriendo paso al desfile. De la mano de la Asociación de Chinos Unidos de la Península Ibérica, el evento contó con mesas para la venta de productos promocionales e información de la lengua y cultura china, así como mesas gastronómicas, de bebidas, postres y comida típica y tradicional del país.

Esta celebración del Año Nuevo Chino, que registró un lleno espectacular, contando también con la participación de un nutrido número de artistas y bailarinas, una treintena de voluntarios y personal técnico, profesores y estudiantes, con actuaciones de canto y baile y una gran afluencia de público de este país, vecinos y visitantes.

El alcalde declaró durante su celebración que “Benalmádena es una ciudad multicultural y esta actividad es una prueba más de ello”, enmarcada en la necesidad de potenciar toda iniciativa relacionada con este país asiático, “fundamental para nosotros y el área de Turismo” porque “Benalmádena trabaja por ser la capital europea para el turista chino, un turista que en Andalucía registra subidas de un 115% en estancias de viajeros en hoteles”.

Por eso, en la pasada edición de FITUR, recalcó Juan Antonio Lara, “este Ayuntamiento ha mostrado al mundo entero que tiene la posibilidad de impulsar un parque único en toda Europa”, el Parque de la Amistad Hispano-China, un enclave de 24.000 metros cuadrados que “no existe en ningún sitio de nuestro continente”, con templos específicos, grandes zonas ajardinadas típicas de China, espacio reservado para aparcamientos, una zona para la meditación y la espiritualidad, gastronomía típica del país y una inversión estimada en el anteproyecto de 15 millones de euros.